A poco más de una hora en coche al noroeste de París se halla la histórica ciudad de Rouen. Rica y próspera en la Edad Media, posiblemente sea uno de los destinos turísticos más visitados de la Normandía. Hoy en día Rouen conserva con orgullo buena parte de su pasado de esplendor, una ciudad que gobernó Inglaterra desde el siglo XI al XV.
Os la queremos mostrar como una excursión perfecta de un día en vuestros viajes a París. A pesar de sufrir terribles daños durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en 1944, hoy Rouen y su centro histórico son un magnífico legado medieval que nos recuerda en todo momento a la heroína francesa Juana de Arco.
Bañada por el río Sena, es imposible no perderse por su laberinto de callejuelas empedradas y sinuosas llenas de edificios medievales de entramados de madera normandos, así como viejas iglesias. Entre ellas hay que destacar la Catedral de Notre Dame, un impresionante templo gótico del siglo XI con una magnífica torre de 80 metros de altura. Si habéis estado en el Museo de Orsay de París seguro que veríais los cuadros que pintó Monet de esta catedral.
El corazón de Rouen se sitúa en la Place du Vieux Marché, donde se encuentra la iglesia dedicada a Juana de Arco, en el mismo lugar en el que fue martirizada, construida en el siglo XVI. Otro de los símbolos de Rouen lo situamos en la misma plaza, con el Gros Horloge, el reloj astronómico del siglo XVI, aunque dicen que la maquinaria data de finales del XIV.
Pero Rouen es conocida por ser el lugar donde se quemó en la hoguera, en 1431, a Juana de Arco. Aún puede verse precisamente la estructura en la que tuvo lugar. No dejéis tampoco de visitar el Museo de Bellas Artes y Cerámica, con una magnífica colección de porcelanas de los siglos XVI al XVIII, así como la Iglesia de Saint-Ouen, construida entre los siglos XIV y XV. Destacan en ella especialmente las vidrieras.
Por último hay que conocer el Jardín de las Plantas de Rouen, un hermoso jardín botánico que data de 1840, y la Iglesia de San Maclou, del siglo XV.
Rouen, conocida como la ciudad de los campanarios por la gran cantidad de iglesias que tiene, es uno de los rincones más históricos de Francia. Vale la pena hacer una pequeña excursión desde París para conocerla.
Foto Vía Wall Papers Travel