La bella ciudad de Toledo, declarada Patrimonio de la Humanidad posee una variedad increíble de joyas arquitectónicas dignas de visitarse.
Lugares emblemáticos como el Alcázar, la Catedral, el Monasterio de San Juan de los Reyes y otra cantidad diversa de sitios que despliegan su encanto y belleza.
Toledo se encuentra muy cerca de Madrid a tan sólo 70 kilómetros y sus mayores atractivos se encuentra ligados a la cultura con un casco histórico de gran atractivo, sobre todo para los amantes del arte y la arquitectura.
Asimismo, Toledo también posee toda una antigua tradición relacionada con las artes ocultas, como la alquimia y esoterismo, de los cuales según muchos dicen existen pruebas en diferentes rincones de esta ciudad.
Inclusive, los nombres de algunas calles hacen alusión a ese tipo de adoración que en el pasado el pueblo toledano tuvo por las ciencias ocultas y la magia.
Hallaremos así el llamado Callejón del Infierno o la Travesías del Infierno.
Pero si nos remontamos a los orígenes de esta ciudad encontraremos que en la antigüedad el uso de conjuros y hechizos era común, sobre todo con el propósito de conseguir amor, salud o dinero.
Por otra parte, cabe recordar que en esa época convivían en Toledo junto a la cristiana culturas como la musulmana y la judía en las cuales este tipo de prácticas eran muy populares entre los pobladores.
También, personajes conocidos como el Marqués de Villena, miembreo de la Orden de Calatavra, pasó a integrar las historias sobre hechicería cuando se descubrió que en el sotano de su palacio había montado un gran laboratorio y dedicaba casi todo su tiempo a la práctica de la alquimia que según se decía era para conseguir la vida eterna.
Dichos sótanos existen aún hoy y se encuentran en el conocido Paseo del Tránsito al lado de los jardines de la Casa Museo del Greco.
A fines del siglo XV estas prácticas comenzaron a ser castigadas y quienes se dedicaban a ellas eran reseguido por el Tribunal de la Santa Inquisición que ya se había instalado en Toledo, existiendo documentos que demuestran las condenas que muchos pobladores sufrieron en esa época, al ser perseguidos por practicar brujerías y ciencias ocultas.
Por otra parte, el Tribunal de la inquisicón ponía mayor énfasis en perseguir a aquellas personas que practicaban el culto judío y lo hacía a través de los llamados Autos de Fé, una especie de procesos que se realizaban a la vista de todo el pueblo en donde hoy está la Plaza de Zocodover.
Instrumentos de tortura eran los medios para lograr confesiones de los presos, muestra de ello puede verse en la exposición que se encuentra en la calle Alfonso XII, donde pueden verse piezas de la época como el potro, la silla de interrogatorio o la de Judas utilizados desde los siglos XV al XIX.
Historias, relatos y leyendas donde se habla de la existencia de pócimas de amor hasta pactos diabólicos. Hechicería en la que se utilizaban hierbas, conjuros mágicos, todo era conocido por los pablodres de la ciudad.
Así por ejemplo, existen relatos sobre el llamado “Callejón del Infierno” y «La Fuente Misteriosa», que se encuentra en el actual Paseo de la Rosa, son hasta hoy parte de la vida de los toledanos. Además de las Cuevas de Hércules, rodeadas de misterios son un resumen de la tradición subterránea de esta ciudad.
Las Cuevas de Hércules se encontraban ubicadas bajo la iglesia de San Ginés, hoy ya desaparecida y muy cerca estaba la casa Navarro Ledesma donde también existían cuevas subterráneas y varios pasajes que servían de refugio en la época de los romanos.
Actualmente sobre las ruinas de San Ginés, situadas en la plaza Amador de los Ríos, existe un edificio moderno, sin embargo sus sótanos conservan aún la entrada a las cuevas, a pesar que se encuentra tapada y bajo la custodia de Bellas Artes.
Existen otros sótanos famosos en Toledo, como los que se encuentran en la Casa del Greco, residencia construida sobre las ruinas de una propiedad que pertenecían a Samuel-ha-Leví, tesorero de don Pedro el Cruel. Se dice que Samuel escondía allí muchas riquezas y que al serle pedidas por el rey y éste negarse a su entrega el rey lo encarceló y sometió a torturas terribles.
Sótanos similares existen en el Convento de San Clemente y los más importantes se encuentran en los sótanos del Alcázar. Estos sí pueden visitarse.
Descubrir los misterios que guarda Toledo puede ser una experiencia inolvidable pero no apta para todos, según cuentan las leyendas…
Foto Vía: Iber Viajes