Si habéis leído el libro de La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones, no tenéis entonces excusa ya para visitar la Catedral de Santa María del Mar en Barcelona. Y si aún no habéis cogido este libro, lo primero, recomendároslo, como buen librero, y lo segundo echarle un vistazo a algunos hoteles baratos en Barcelona, y venir a visitar esta maravillosa iglesia.
Santa María del Mar es una imponente iglesia del siglo XIV, con una bellísima historia a sus espaldas, si hemos de creernos a pies juntillas, o al menos una parte, la historia que se nos relata en el libro, concretamente desde los orígenes de su construcción. Muchos la consideran, y yo entre ellos, el mejor ejemplo del gótico catalán.
Si nos atenemos a sus orígenes, antes de la construcción del templo se situaba aquí una necrópolis romana entre los siglos IV al VI, ya que fue descubierta durante una serie de excavaciones realizadas en la iglesia en la década de 1960.
Santa María del Mar fue construida bajo el reinado de Jaime II, o Jaume II, quien también supervisó los trabajos de construcción de la Catedral de Barcelona. Y recibió este nombre marítimo para conmemorar precisamente el dominio catalán en el mar, tras la conquista por parte del monarca de la isla de Cerdeña.
Parece increíble que un templo de estas características estuviera concluido 55 años después de su comienzo. Los trabajos fueron llevados a cabo por Berenguer de Montagut, y rápidamente se convirtió en uno de los lugares de devoción de marineros y mercaderes que, al situarse el templo casi en las orillas del mar, se acercaban hasta aquí con el fin de orar por sus negocios.
Si visitáis su interior, quedaréis tremendamente sorprendidos de tanta belleza y grandeza. Sus torres son de planta octogonal, dejando a la luz un interior muy muy alto. Precisamente, la altura de las columnas inspiró al propio Gaudí a la hora de imaginar su Sagrada Familia.
Un guiño al libro de Ildefonso Falcones lo tenemos en la puerta principal, cuando observamos una representación de los trabajadores que, cargando con las enormes piedras que conforman la iglesia, trabajaron en su construcción. Precisamente, uno de los principales personajes del libro formaba parte de esta cuadrilla de trabajadores.
Curiosamente, durante la Guerra Civil española, el interior de la iglesia fue incendiado, y hoy aún pueden verse restos de la humareda y los efectos del incendio en sus paredes. A pesar de todo, sigue siendo una auténtica maravilla, una más de las visitas imprescindibles en Barcelona
Foto Vía Marcp Dmoz