Ser la sede de la OTAN y de la Unión Europea, han convertido a Bélgica en un país donde muchas culturas se encuentran. Es un lugar de gran variedad, desde la geografía de las lenguas (alemán, holandés y francés son los idiomas oficiales) hasta la arquitectura y tradiciones de sus pueblos.
Todas estas características hacen de Bélgica, aunque pequeño, uno de los destinos más diversos que se encontrará en Europa. Precisamente, un ejemplo de ello es Tournai; una hermosa ciudad situada en el río Escalda, en la provincia de Hainaut, enValonia, que es la parte francófona de Bélgica, a unos 85 kilómetros al suroeste de Bruselas.
Con una superficie de más de 213 kilómetros cuadrados es la comunidad más grande de Bélgica. Lo cierto es que Tournai fue creada hace más de 2000 años cambiando a menudo de dominio: galo-romana, franca.
La historia relata que en el año 850 fue integrada al Condado de Flandes convirtiéndose en país vasallo del rey de Francia. Y a partir de 1187, después de las luchas y tragedias, Tournai obtuvo cierta independencia del resto del condado pero dependía directamente de la corona de Francia.
Hasta que en 1521, la ciudad pasó a manos de Carlos I uniéndose así a los Países Bajos Españoles. Con el paso de los años, Tournai estuvo bajo el dominio de Luis XIV (1668), pero tuvo que cederla a Austria en 1713 para luego ser conquistada por Francia bajo la Revolución hasta que fue integrada a Bélgica independiente en 1830.
Hoy, Tournai cuenta con un bien conservado casco antiguo medieval donde uno de los monumentos históricos más interesantes es la Catedral de Notre-Dame (construida entre 1110-1325) y el más antiguo campanario belga construido en 1200, ambas pertenecientes al Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Además, cabe destacar la gótica Lonja de los Paños y el Pont de trous, un puente sobre el río Escalda, que forma parte de la fortificación medieval. También destacada es la abadía benedictina de San Martín que data del siglo 11 y fue secularizada en 1797 y ahora representa el ayuntamiento. El edificio tiene una fachada neoclásica del siglo 18 y está situado en un hermoso parque.
Y estando en Tournai se debería visitar el Musée des Beaux-Arts, que alberga pinturas y una colección de esculturas de la ciudad y el Belfort o Beffroi, una torre desde la que se domina la ciudad y sus alrededores.
Foto Vía visitbelgium