La libertad sexual y el respeto por los demás y sus preferencias ha generado cambios importantes también en lo que a diversión y viajes se refiere.
Diversas ciudades en el mundo defienden esos derechos y lo hacen a través de circuitos turísticos especialmente diseñados para la comunidad gay que es una parte importante de la sociedad consumidora de todo lo referente a viajes y vacaciones.
Su poder adquisitivo es alto y sus gustos por demás exigentes teniendo variadas alternativas para realizar la elección de un destino para disfrutar.
Barcelona se ha transformado en uno de esos sitios elegidos por la comunidad gay sobre todo por la aceptación de tal condición sin realizar discriminaciones.
Así existe una gran aceptación de parejas homosexuales tanto en alojamientos lujosos como en hoteles baratos en Barcelona, situación ésta que hace que la ciudad ocupe el segundo lugar en la preferencia de estos turistas después de Ámsterdam.
Además, existen en Barcelona dos regiones de la ciudad que han creado centros para gays una de ellas en el área de L’Eixample, con un aire modernista y una importante movida homosexual, y la otra es el pintoresco pueblo de Sitges que se encuentra en las afueras de la ciudad justo entre el mar y la montaña.
Este último ofrece diversas posibilidades de descanso y ocio, varias urbanizaciones de lujo e instalaciones para la práctica de actividades náuticas, como también un casco urbano con diversidad de sitios culturales para visitar.
Según las estadísticas cada año ciento sesenta mil turistas provenientes de la comunidad homosexual visitan la capital catalana y la mayoría realiza un importante desembolso destinado a disfrutar de diversas atracciones que la ciudad les ofrece, como variadas actividades culturales con temática lesbiana, fines de semana con actividades diversas y fiestas en discos o playas.
Barcelona también les ofrece noches de gala y el famoso Festival Loveball, que atrae mucho público de varias partes del mundo, además del Festival de cine Lambda, otro de los eventos que atrae gran cantidad de público de la comunidad gay.
Por otra parte, este tipo de turismo gasta sumas considerables de dinero en tiendas de ropa y salidas tanto culturales como nocturnas, además de gustar de concurrir a elegantes restaurantes.
Barcelona es una ciudad que ofrece a los integrantes de la comunidad gay que la visitan un ambiente de calidez y contención muy singulares agregando originalidad a su estilo de vida, siendo este uno de los motivos que la transforman en una de las ciudades más visitadas por este floreciente nuevo grupo turístico.
Foto Vía Viaje Jet