Las oportunidades de descubrir pueblos tradicionales, parajes extraordinarios, una gastronomía única y a la vez innovadora, se puede hallar en el suroeste de Francia donde se localiza el Valle del Lot; uno de los secretos mejor guardados del país galo. Un lugar maravilloso para pasar unas vacaciones e involucrarse en el turismo rural.
Una de las cosas más llamativas de la regiónes su paisaje variado: en un día se puede pasar de las montañas y rocas a bosques espeso y vastos lagos deshabitados. Con esta variedad viene algunas actividades al aire libre fantásticos.
Por ejemplo, allí se localiza Yellowstone, en el centro de la remota región de Lozère, donde el visitante puede recorrer la Reserva Bisonte donde se puede ver a estos animales sin salir de Europa. El parque cuenta con más de 30 especies de bisonte tanto de América del Norte y Europa, en una zona boscosa de gran tamaño.
Hay guías que llevan a los visitantes por el parque a caballo y en camioneta, lo que garantiza verlos en su habitat natural. La reserva también cuenta con una cafetería que sirve almuerzos, tés y cafés y hay un buen museo pequeño en el sitio para los días de lluvia.
Y al lado del río Lot, el pueblo de Vieillevie, es uno de los mayores centros para los paseos en canoa y kayak. El río tienen unos 6 metros de ancho con una corriente bastante fuerte de que hay un montón de oportunidades para divertirse. Alli se alquila el equipo necesario para estas aventuras.
Otra de los lugares atrayentes es Dam’Nature, entre Chaudes-Aigues y Saint Flour. Es un lago rodeado de impresionantes acantilados, águilas y otras aves de rapiña donde el visitantepuede caminar y navegar en bote a una pequeña isla en un extremo del lago, que se ha convertido en un pequeño campamento doonde se alquilan kayaks, botes y bicicletas de montaña. Dam’Nature también ofrece actividades de invierno incluyendo karts de nieve y raquetas de nieve en las colinas que rodean el lago.
Por otra parte, la ciudad medieval de Conques ha sido un punto focal para los peregrinos que se dirigían a Santiago, desde el siglo 12. La ciudad en sí está bien merece una visita, con su catedral espectacular y serpenteantes calles empedradas, y no hay mejor manera de llegar a pie. Las numerosas rutas de senderismo en la zona son algo excelentemente señalizado y oferta para todos los niveles.
Y para los avantureros se halla los acantilados de la garganta del Tarn en Lozere, que es uno de los mejores de Europa para las escaladas.Hay guias profesionales en el Centro de la Naturaleza OSCA que organiza grupos y que ofrece una amplia gama de actividades, como piragüismo, kayak o espeleología.
Foto Vía guidex