La ciudad conocida como La Belle Au Bois Dormant (La Bella Durmiente) está bien y verdaderamente despierta después de años de letargo.
El cambio de milenio fue un importante punto de inflexión para Burdeos, cuando el ex alcalde y controvertido ex primer ministro Alain Juppé, despertó a esta ciudad graciosa con la peatonalización de sus bulevares, la restauración de su arquitectura neoclásica y la implementación de un sistema de alta tecnología de transporte público.
En estos días, reforzada por su alto espíritu de la población estudiantil universitaria, Burdeos ya no parace estar dormida sino que ya es un destino de viaje para la temporada de verano por lo que los vuelos a Burdeos se vienen ofertando en la web para conocer ésta ciudad portuaria del sudoeste de Francia.
Y dentro de ésta vibrante ciudad se halla un lugar apacible para relajarse y darse un respiro. Nos referimos al Jardín Botánico de Burdeos que abrió sus puertas en 1755, pero fue fundada en 1629 tasladándose a su actual sitio en 1855.
Este es un jardín botánico municipal ubicado en la Plaza Bardineau abierto todos los días sin cargos. Este jardín histórico ha sido recientemente complementado por el Jardín Botánico de la Bastide, ubicado al otro lado del río.
Aunque los orígenes del jardín se remontan a 1629, con la creación del primer jardín de plantas medicinales de Burdeos, en la actualidad contiene más de 3000 especies de plantas, tanto a los indígenas de laregión de Aquitania y plantas exóticas procedentes de América del Norte, China y Japón. Se organiza como un conjunto sistemático.
Lo cierto es que este lugar es un centro de aclimatación de plantas tropicales del mundo entero organizado en seis espacios consagrados a diferentes culturas. Cabe destacar que los niños de las escuelas cercanas y los vecinos cultivan en sus parcelas, aportando así su contribución a este bello entorno.
Y no muy lejos del Jardín Botánico, que se halla a seis horas de distancia en coche de París, el visitante puede disfrutar también de los jardines del Castillo de Vayres que data del siglo XVII, que es un jardín de flores de inspiración medieval que rodean este castillo que fue propiedad de Enrique IV.
Foto Vía bordeaux.city