Santillana del Mar es una de los pueblos de mayor valor histórico-artístico de la comunidad autónoma de Cantabria convirtiéndolo en uno de los lugares más visitados por los turistas ante los atractivos de la región.
Y es que alberga la Cueva de Altamira, considerada como la «Capilla Sixtina» en vista del arte rupestre que cuenta sus cuevas, y la Colegiata de Santillana del Mar, que data del siglo XII.
Sin duda, que los turistas tienen la oportunidad de buscar en las principales agencias de viajes las ofertas respectivas para los vuelos y alojamiento y visitar este pueblo hermoso e histórico, con tanto que ver. Las calles empedradas y pequeñas están llenas de viejos edificios de piedra sobre el fondo verde de las colinas de Cantabria.
Este lugar es único en la ruta principal norte para el Camino de Santiago por lo que hay cientos de pequeñas posadas (hostales) y siempre hay un montón de peregrinos de paso. También hay algunos buenos hoteles.
Sobre sus orígenes se sabe que nació como núcleo urbano en la época romana. Y ya en la Edad Media se funda un monasterio que origina la formación de la actual Santillana y que cobra importancia en el siglo XI al edificarse la actual iglesia que pertenece al estilo románico «dinástico».
Si viaja con niños, les encantará el Zoológico y Jardín Botánico de importantes dimensiones en los que predomina la fauna ibérica, destacando un insectario con cientos de mariposas de todos los tamaños, formas y colores. Igualmente, se puede recorrer varios museos, como el Museo de la Inquisición y el Museo de Jesús Otero.
Es obligada también un recorrido por su centro histórico, entre callejelas y calles empdedradas, rodeado de posadas y tiendas de productos típicos y tradicionales en los que predominan las esculturas de personajes de la mitología cántabra.
De igual forma, es atractivo visitar el Palacio de Velarde o de las Arenas, que se encuentra en la Plaza de las Arenas, que es un edificio gótico del renacimiento y que data del siglo XV, y la Colegiata de Santa Juliana, un monumento de estilo románico, erigida a mediados del siglo XII y construido en piedra de sillería arenisca.
Y no menos atrayente es una visita a las Casas de los Quevedo y Cossío, que datan de los siglos XVII-XVIII; la Torre de don Borja o Fundación Santillana de finales del siglo XV; el Palacio Barreda-Bracho y el Ayuntamiento, localizado en la plaza Ramón Pelayo.
En fin; hay un montón de lugares para comer y beber en un pueblo llena de historia y rodeado de una naturaleza que impresiona.
Foto Vía foro.vogue